Cabello y menopausia
Este epígrafe incluye trastornos como el hirsutismo, la alopecia frontal fibrosante y la alopecia androgenética femenina.
Hirsutismo
Aproximadamente un 70% de las mujeres posmenopáusicas que no realizan tratamiento con terapia hormonal sustitutiva desarrollan hirsutismo facial con adelgazamiento simultáneo del vello púbico y axilar.
El hirsutismo en este grupo de edad puede ser explicado por la escasa supresión del eje hipotálamo-hipofisario secundario al hipoestrogenismo, o debido a cambios en la sensibilidad de los receptores androgénicos.
Alopecia frontal fibrosante
Un 13% de las mujeres premenopáusicas y un 37% de las mujeres posmenopáusicas presenta una recesión de la línea frontal y fronto parietal de la implantación del cabello.
La alopecia frontal fibrosante se caracteriza por una recesión progresiva de los márgenes del pelo, asociada a un proceso cicatricial. Esta entidad clínica puede ser distinguida del liquen plano pilar, del que probablemente constituya una variante. Esta condición es autolimitada y tiene un curso natural. No se recomienda ninguna terapia específica y verdaderamente efectiva para esta entidad.
Alopecia androgenética femenina
La alopecia androgenética (AGA) o calvicie es una pérdida progresiva del pelo del cuero cabelludo hasta alcanzar un grado de irreversibilidad.
La alopecia androgenética generalizada ocurre en el 50% de los hombres con 50 años y en un 50% de las mujeres con 60 años, mientras que una AGA limitada afecta a todos los hombres y mujeres progresivamente con la edad.
Son requisitos necesarios para la alopecia androgenética la predisposición genética y la presencia de andrógenos circulantes. Por el contrario, niveles de andrógenos normales en mujeres sólo originarán calvicie en las premenopáusicas con una fuerte predisposición genética. En mujeres con menor tendencia genética, la calvicie se desarrollará cuando la producción androgénica esté aumentada o cuando tomen drogas con actividad androgénica.
El diagnóstico de AGA femenina (FAGA) es clínico y se basa en el reconocimiento del patrón de pérdida de pelo. El pull test puede demostrar un aumento de la pérdida de pelos en fase telógena de la región frontoparietal, pero no en la occipital.
Tratamiento
La FAGA es un trastorno progresivo, con edad de comienzo variable, aunque normalmente empieza en la pubertad. El ritmo de progresión es también variable y oscila entre períodos de excesiva caída, seguidos de estadios de mínima pérdida. Hasta hace poco, se aceptaba que la miniaturización de los folículos era un proceso irreversible, pero hoy se ha podido comprobar que, en estadios precoces, el uso de minoxidil puede revertir este fenómeno. Se ha observado que uno de sus efectos indeseables es el aumento de vello en las zonas de la cara donde pueda estar en contacto, por lo que se debe advertir a la paciente que evite el contacto en áreas adyacentes al tratamiento.
La concentración mínima que produce repoblación cosméticamente aceptable es al 2%, aunque posteriormente se ha visto que al 5% la respuesta inicial es más rápida, especialmente en los varones, aunque en las mujeres aumenta el riesgo de hipertricosis facial. Si el tratamiento es satisfactorio, se comprueba cómo disminuye la caída después de dos meses y se aprecia el recrecimiento del pelo a los 4-8 meses. Aproximadamente un 50% de los tratados estabilizan su caída, y un 10% adicional nota repoblación significativa. Por tanto, si el tratamiento es satisfactorio, éste debe continuar indefinidamente, ya que si se detiene se vuelve al estado inicial en unos 3 meses.